Se los dijo Andrés Manuel López Obrador y dijeron que no. Pero resultó
cierto. Para sacar adelante sus reformas, el PRI se apoyaría en el PRD
en el caso de la hacendaria, y en el PAN, en el caso de la energética.
Así, permitiría al primero votar contra la energética y al segundo
contra la hacendaria. De esta manera, lograría un triple objetivo:
mantendría la vigencia del pacto, utilizaría a ambos partidos como
escudos para amortiguar los elevados costos políticos de dichas
decisiones antipopulares y les daría oportunidad de parecer
"congruentes" frente a sus respectivos nichos electorales.
Martí Batres
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